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LOS EFECTOS COLATERALESDE LA PANDEMIA EN LAS IGLESIAS DE YUCATÁN

Actualizado: 28 abr 2022


A dos años del inicio de la pandemia del COVID-19, todo el planeta y los seres humanos nos vimos afectados por este virus, no solo dañó la salud física de las personas, sino la salud emocional, la economía, la política, la educación, la religión, el área social y cultural en todo el planeta.


La pandemia nos obligó a realizar cambios en todos los

ámbitos de nuestra vida diaria, incluyendo a las iglesias.

Muchas organizaciones religiosas se vieron obligadas a

realizar cambios drásticos, comenzando con cerrar las

puertas de sus templos temporalmente sin una fecha clara

para la reapertura, sin embargo, las iglesias y las

organizaciones religiosas se fueron adaptando a estos

cambios, ya que el evangelio tenía que seguir predicándose

en todo el mundo.

Ante esta situación se realizó una investigación con la finalidad de averiguar cuáles son los efectos colaterales que la pandemia trajo a las iglesias, realizamos encuestas a los miembros de las iglesia, pastores y líderes realizando la siguiente pregunta ¿Cuáles fueron los efectos colaterales que

observaron en la iglesia por la pandemia de COVID 19 en las áreas económicas, social, espiritual y liderazgo? Se realizó la investigación en 10 iglesias, los resultados obtenidos se analizaron y se discutieron por el equipo de investigadores. A continuación, presentamos de manera general los principales resultados observados.


Entre los resultados que observamos fue que cada congregación asumió a su manera los retos que la pandemia le presentó. Todas las iglesias se vieron afectadas por la disminución de los ingresos de sus feligreses, afecto a su vez a las tesorerías, retrasando proyectos de construcción, recortaron los apoyos a las misiones o evangelismo, se dejaron de recibir ofrendas necesarias para mantener la operación de los ministerios, sociedades, escuelas dominicales, etc., y para poder sufragar los costos de operación y mantenimiento de los templos. Los diezmos disminuyeron y afectaron directamente la economía de los pastores y sus familias.


Socialmente se suspendieron todas las actividades por instrucciones de las autoridades y sin tener una idea clara de cuanto duraría el confinamiento, las iglesias colaboraron con las autoridades para evitar la propagación del virus. Se sus pendieron actividades en todos los niveles, tanto, nacionales, distritales y regionales, como seccionales y locales, afectando a millones de personas en todo el país.


En cuanto a las actividades locales, la mayoría de las iglesias implementaron nuevos medios de difusión. Muchas por Facebook Live y otras por las plataformas de videollamadas. El incremento de las transmisiones en vivo por Facebook, ayudó a que la palabra de Dios llegara a más personas. A través de estás herramientas digitales la iglesia continúo con el crecimiento doctrinal y la predicación del evangelio.


Si bien la asistencia o participación de las actividades virtuales no era del 100% de los miembros, podemos considerar que la mayoría estuvo al pendiente, buscando edificación y siendo parte de la iglesia por estos nuevos medios.



Debido al confinamiento y la falta de actividades algunos líderes y miembros desertaron de sus cargos e incluso algunos delas iglesias, pero Dios levantó a nuevos líderes que respondieron ante la necesidad de seguir llevando el evangelio, otros más reafirmaron sus ministerios y se mantuvieron firmes en amor y servicio a Dios.


Al mirar la necesidad que la iglesia atravesó, los pastores y líderes buscaron apoyar a sus miembros, tanto en lo económico como en el ámbito espiritual. Se brindó ayuda hacia las familias llevando despensas y ofrendas de apoyo. De igual manera en repetidas ocasiones se realizaron llamadas para interceder los unos por los otros. Desafortunadamente también se presentaron deserciones de miembros y líderes dentro las iglesias, así como problemas familiares, divorcios, y problemas de estrés derivados del confinamiento.


Espiritualmente podemos mencionar que aquellos hermanos y líderes que, aun a pesar de sus limitaciones, se mantuvieron firmes en oración, ayuno, lectura de la palabra de Dios, fieles en sus finanzas y sirviendo a otros, son los que menos resintieron los efectos negativos de la pandemia y en muchos casos salieron más fortalecidos, ya que consolidaron su compromiso, demostrando su amor y servicio a nuestro Señor Jesucristo.


"La pandemia vino a ser una prueba donde demostramos nuestra fidelidad, integridad y servicio a Dios, llevando a la iglesia a buscar nuevas formas y alternativas para llevar la palabra de Dios"

Escrito por:

Cervantes Jemima, Cherrez Priscila, Durán Jessica, López Marisol, May Daniel, Solís Giselle, Cruz Isaí, Ferreira José, Paredes Misael, Portillo David y Verde Alejandro.

 
 
 

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